PRISIONERO

y entonces volvemos a lo mismo de siempre
volvemos a los sillones mullidos
llenos de almohadones
con visitas esporádicas
con pláticas superfluas

no puedo escuchar sus palabras
no soporto su risa
tal vez pueda mirar un poco su cuerpo
pero no aguanto
nada de lo que tenga que ver
con ellas

en realidad
son dos sentimientos los que se cruzan acá
uno que es el sentimiento de no pertenencia
dos que es ese aburrimiento que
inevitablemente sobreviene
cuando no me siento a gusto

con esas palabras vanas
y esa actitud de no mirarte
a menos que seas lindo

tendría que estar acostumbrado ya
pero nunca lograré hacerlo
puesto que no soy igual que ellos
no me rijo por sus códigos
no piso su mierda

pero siempre conozco gente así
siempre caigo en el hoyo negro
y ahora
esta gravedad que me resulta
tan aprisionadora
parece que nunca me dejará escapar