EN TUS DÍAS DE DOLOR...

Es tu voz la que me empuja al incesante delirio
saber que el dolor se instala en tu cuerpo
supone para mí la más mortal de las heridas
momentos de angustia, segundos de interrogantes

eres una leona, una dura combatiente que no se pierde
dentro de la maleza más áspera
el fragor de las diarias batallas acicala tu espíritu
y tu dulzura no encuentra igual entre los mortales

el lento suspiro de tu agonía me asusta
me lleva lejos de mi conciencia
y mientras tú sufres mis lágrimas no cesan

ahora que todo acabó puedo mirar al cielo
e imaginar una vez más tu rostro sonriente
mi pena también ha terminado

FARAONA

Una llama encendida en mil lenguas de fuego
que abrase lentamente mi cuerpo
ojos que me miren con amor y con deseo
brazos suaves que rodeen mi cuerpo

quiero tu piel junto a la mía una vez más
tan sólo déjame acariciarte lentamente
recordar que nos pertenecimos durante milenios
que acabaron en días sin poder hablar

hoy que estás lejos de mí te recuerdo con viveza
pienso en las palabras nonatas que se quedaron en mi mente
en tu sonrisa de un solo lado
en mis leves quejidos que se oyen como rechinar de puertas

se busca una mujer que sea como tú
que me tranquilice con su voz y me encienda con su cabello
que pronuncie mi nombre sin que se lo lleve el viento
que seas tú sin magia ni ornamento