EL PASADO DEL PRESENTE

No sabes mirar con odio
aunque cierta nostalgia se asoma
en esos ojos tristes y enjutos
que son los tuyos

hay días y noches
con más recuerdos
de lo que tu mente soporta
y sueles tirarlos por la borda

no ocultaré mi pesar
ni siquiera guardando mis lágrimas
para otra ocasión
en que vaya a visitarte

creo que tampoco lograré olvidar
las caricias y los besos
la ternura de tu actitud
y ni uno solo de tus suspiros

suspirabas por tener paz
en un mar de carencias
de inmoralidades
y de violencia

esperabas con fe y con dolor
la vuelta del pequeñito
que perdió la inocencia
muy lejos del alcance
de tu manto protector

y la vida nueva
que gotea y gotea delante tuyo
te regala hondos sentimientos

disfruto proyectando ese pequeño calor
en tus manos dobladas y cansadas
manzanas marchitas en bosques olvidados
donde tu pequeñito sigue jugando

amo tu callada sapiencia
y tu sonrisa escondida
con la que sueles jugar conmigo
desde tu dorado sillón

EL ETERNO RECUERDO

Casi te miro
sentada a la luz del sol
con una sonrisa celestial
que me alegra la vida

y estiré mis brazos
para tocar los tuyos
para acariciar tu tersa piel
y sentir tu cabello entre mis manos

hablabamos
de ópera y de circo
de muerte y de lo demás
no olvidamos mirarnos a los ojos

pero había una nube fantasmal
demasiado cerca y demasiado espesa
inquietándome sobremanera
sobresaltando mi corazón

entonces la sonrisa se transformó
en una eterna mueca de odio
tu piel y tus besos
se alejaron de mí

¿qué hago desde entonces
para no soltarte
para no dejarte ir de mis recuerdos
para evitar que tu imagen se vuelva borrosa
al punto de desaparecer?

soñarte
solo soñarte
besarte entre sábanas viejas
y cuartos solitarios

mientras tu risa
tus ojos
tu cabello
se alejan más y más