RECUERDOS DE MARZO

estas manos
con uñas espantosas y vellos grasosos
alguna vez tocaron tu piel
recorrieron cada centímetro de tu cuerpo

las sábanas blancas
con pliegues infinitos
cubrían tu desnudez
mientras yo no paraba de jadear

tu espalda
el cabello negro
los dedos largos
que jugueteaban con mi intimidad

estas mismas manos
que nunca acababan de recorrerte
se crisparon y palidecieron
cuando te fuiste

cruzé el umbral
de lo que llamabamos nuestro lugar
hacia una hora que te habías marchado
Ezeiza te esperaba con los brazos abiertos

mis manos acariciaron la cama
deseando encontrarte en algun rescoldo
tu ropa ya no estaba doblada en el placard
pero tu perfume rodeaba el ambiente

y sentí hambre
pero ni el más suntuoso banquete
podía saciar mi repentina soledad
también sentí sed

pero mi boca reseca
no encontraba alivio para su estado
el estómago oprimido no me dejaba oxigenarme
tan solo atinaba a recordarte alejandote por las escaleras

entonces las hojas dejaron de reverdecer
las grietas en las calles me atrapaban como hoyos negros
con un magnetismo que degradaba más y más mi alma
y me hacia temblar