LAS TERMÓPILAS

no te detengas
hasta que la sangre corra
no dejes que el miedo
forme parte de tí

con arrestos de hombre de verdad
nervios a flor de piel
y con la barrera del amor
cayéndose a pedazos

viajas en un interminable camino de piedras
llevando a tu gente a la muerte
tu honor y tu orgullo
son más fuertes que cualquier ejército

y precisamente
el ejército de la necedad
vierte su fuerza contra ti
y su vanidad no los deja ver tu valentía

Hermes no me ayuda en este escrito
y ni siquiera Ares con su desmedida fuerza
hace que tus hombres eviten el inmenso dolor de las heridas

entonces el ánimo de triunfo se termina
y el miedo se apodera de nuestro ser
pero tú no te amedrentas
y los gritos de coraje me vuelven a infundir valor

a lo lejos el mar es testigo de nuestro fin
plácidas aguas donde nuestros cuerpos descansaran
antes de partir hacia el Hades
y nuestras almas encalladas en algún rincón del cuerpo
no hacen sino desear lentamente el fin del martirio