ESTE POLVO QUE SE PEGA A MIS MANOS

un poco más de calor
fundiría la habitación
quemaría toda resaca
se llevaría cada vestigio

el papel empolvado
se pega poco a poco a mi piel
las letras pequeñas llegan a mi cerebro
y sin embargo algo detiene a mis manos

que a punto de romper estas hojas
las sostienen y las acarician
en un ejercicio masoquista
de constante vejación y vergüenza

todo se convierte en tu cara
pequeños autos negros con toldo amarillo
y a lo lejos una presencia que reconozco
de tiempos pasados y perdidos

busco calma y encuentro exaltación
busco lejanía pero no puedo soportarla
busco sonrisas ruidosas
que jamás pensaron en ser solitarias

juntos en procesión miramos al cielo
nos sentamos frente a un mar de luces
que como luciérnagas nos atacan

¡cuán sorprendido ha resultado
este cuerpo
de tu pasión y de tus manos
ansiosas y a la vez trémulas!

un paraíso glaciar
una villa de fantasía
una cascada cuyas aguas
fluyen eternamente
en la imágen y en las palabras

sigo sin saber a donde ir
sigo sin sentir fatiga
dolor o remordimiento
de la destrucción de mis palabras

no aquellas que quebraron los puentes
no aquellas dichas
en la víspera de la borrasca

tan solo aquellasque ahogaban nuestra garganta
que acariciaban nuestro cabello
y que mojaban nuestras pieles