ENSAYO SOBRE UN ASESINO (3)
Soñé que te mataba...la calidez de tu piel una vez más embriago mis sentidos, una vez más me emborraché de lujuria,y no tuve más remedio que acabar con tu vida.

No sé porque cada vez que siento tu piel cuando la tocan mis manos,siento esa necesidad de volver a tenerte; no importa si tu cuerpo frío reposa en mi clóset,no importa que el olor a putrefacción inunde mi habitación. Mi lujuria y el deseo que pica por todo mi cuerpo son suficientes para que no me importe el color azul de tu carne,o tus manos petrificadas...los ojos que alguna vez tuvieron vida y que hoy,junto con la cara,forma una eterna mueca de terror.

Mi carne penetra en la tuya, abriendose paso lentamente en ese pasadizo frío y ajado que es tu cuerpo.Tengo frío,y mis manos se aferran a tus brazos muertos clavando las uñas en la carne podrida. "Je",pienso de repente "si tuvieras vida de todas formas no podrías hablar,seguramente te cerraría la boca a golpes".

Finalmente llego al éxtasis,y es en ese momento cuando deseo que vuelvas a la vida,es irresistible pensar e imaginar de nuevo tu expresión de humillación y asco al verme caminar desnudo por el cuarto,agitando mi hombría húmeda frente a ti.Pero no todo en este mundo es perfecto, ni siquiera tú,por eso te mato una y otra vez en mis sueños,y cuando despierto,pateo y pateo tu cuerpo dormido,a fin de que hasta en el infierno sientas mi furia.