VERDES FRONTERAS

la tranquilidad del aire
me da extásis pero no en pastillas
ruidos eléctricos que me llevan a las nubes
y me recuerdan habitaciones húmedas

estos recuerdos de humedad
me llevan al sureste
y me enredan entre llanuras deshabitadas
y árboles susurrantes de dolor

la gente que me acompaña
lentamente se despoja de sus culpas
se baña en ríos de putrefacción
y poco a poco olvida que no estamos ni de lejos
en las puertas de un paraíso

ahora estamos
pendientes de la belleza pasajera
con olores fétidos
mezclados con perfumes baratos
en el cielo no se ve la luna
en nuestro cuerpo no se nota la pasión

nuestro viaje nos llevó
de las sucias alturas
a las calidas soledades
del vandalismo atroz
a la provinciana dulzura

pero nuestro infierno nos espera
como todos los días de nuestra vida
no hay engaños que duren un milenio
ni bendiciones eternas
no somos creyentes de Jesús
y el diablo tampoco se nos acerca