LOS AÑOS MARAVILLOSOS

me gusta recordarte
con tus pantalones cortos de colores ridículos
y tus piernas colgando del sillón
con la boquita abierta
en franca actitud de hambre

los brazos candentes y amorosos
que te mantienen en el aire
y los ojos que te miran
con un cariño intenso
que cruza el umbral del tiempo

me gusta recordarte
embebido en tus juegos infantiles
las nuevas tecnologías te alegran la vida
los brazos se extienden en busca de la diversión
mientras una presencia divina cuida cada paso que das

los días en que te arrodillabas de frente a la pared
expiando tus culpas
con la vista perdida en la cortina
y lágrimas de soledad rodando por tus mejillas
dejaron una marca de culpabilidad
que aún hoy es tu más grande lastre

me gusta imaginar de nuevo
tus más grandes ilusiones
ilusiones de vida y de carrera
de amores y de diversión
mientras que el trébol siempre te decía NO

me gusta recordar
tu expresión de sorpresa cuando el día pintaba bien
para tí era suficiente que la gente te aceptara
aún cuando tu mismo no terminas por aceptarte

me gustar recordar tus aventuritas
la banca del parque que hizo las veces de cama
la arena del mar que se mete por todo tu cuerpo
la delegación de policía que te alojó como un hotel
cuando los tipos que eran tus amigos
te echaron a la calle como a un perro

los botes de basura no tenían comida
y los cartones y hojas de periódicos
no resultaron ser tan cálidos
como hacen ver los vagabundos

¿una fiesta?
vamos a la fiesta
¿drogas?
let´s get high
¿mujeres fatales?
que vengan por racimos

me gusta recordar tu atrevimiento
y la desventura con que tu mirada atrapa las estrellas fugaces
en las caminatas por parques de árboles desnudos
sigues sorprendiéndote por la belleza del vívido cuadro
aún cuando las miradas de desprecio
son el pan de cada día

me gusta recordar
que vives cada día al máximo
la vida no ha logrado vencerte
la tristeza acude puntualmente a su cita
como cartero con estados de cuenta

y tú tan estoico
sigues con esperanza y a veces con alegría
esperas el gran premio
que vendrá cuando los sueños
dejen de ser solo eso